Los que llegamos a Bolonia recibimos una carta de Tayo Shima, presidente de Ibby Japón en la que agradecía las muestras de interés por lo que estaba ocurriendo en su país y contaba que todos están ayudando en la reconstrucción. Los mayores cuidan de los pequeños, los adolescentes se ocupan de la tercera edad, y cada uno asume nuevas responsabilidades. Por eso Ibby Japón también está haciendo algo: está poniendo libros en las manos de los niños. Igual que la medicina y la comida, los libros, dice en su carta, alimentan el espíritu humano y eso es lo que ellos están ofreciendo en estos momentos difíciles. Un bello mensaje que nos dice que, más allá de las ferias y de todo este mundo comercial, los libros tienen una misión que no debemos olvidar.